Entre 1580 y 1583 Francisco Becerra realiza los planos del actual Complejo Arquitectónico San Agustín que comprende la Iglesia y el Convento. Entre 1606 y 1650 se realiza la ejecución del mismo bajo la supervisión entre otros del arquitecto español Juan del Corral.
El Convento posee en su interior una serie de corredores compuestos por 9 columnas toscanas de capitel dórico, 2 pilastras y 10 arcos de medio punto o peraltados. En cada pared destaca una galería en la que se pueden observar lienzos del taller de Miguel de Santiago con la técnica del claroscuro en los que se detalla la vida y milagros de San Agustín, estos lienzos están basados en grabados editados en Europa por Boswell, concluidos en 1666.
El corredor oriental posee un cielo raso o artesonado de estilo Mudéjar (implementación de figuras geométricas decorativas), posee una serie de decoraciones florales y pan de oro, de él penden piñas de pino. El artesonado que cubrió la crujía sur se destruyó en 1895 cuando el convento fue tomado como cuartel militar durante las pugnas políticas entre conservadores y militares, mientras que el artesonado de las crujías oeste y norte fueron retirados en 1927 por encontrarse en avanzado estado de deterioro por los sismos que asolaron al Ecuador en el s. XIX. Desde entonces permaneció una obra de arte abruptamente cortada, incompleta, sin mayor atractivo ya que la armonía de los lienzos de Miguel no encuentra el eco adecuado en el techo.
En el mismo corredor se encuentra la histórica Sala Capitular, tiene 22. 5 m. de largo, 7 m. de ancho y 6 m. de alto. Posee piso de ladrillo pastelero. El objetivo principal de su cons
trucción era albergar a la comunidad para la celebración del capítulo tanto local como provincial (el mayor acto administrativo de las familias religiosas), por este motivo la sillería trabajada en madera de cedro negro posee un estilo barroco español (hoja de acanto, flores y frutos), se dispone alrededor de la sala que tiene capacidad aproximada para 150 personas. Fue utilizada como Aula Magna de la Universidad San Fulgencio, la primera del territorio quiteño. En ella podemos encontrar decoración religiosa en el retablo principal denominado Calvario, de estilo barroco quiteño en el que se sigue utilizando elementos de la naturaleza de manera sobrecargada; dicho retablo esta trabajado en madera de cedro y cubierto con pan de oro, tiene tres esculturas atribuidas a José Olmos “Pampite”, que representan a san Juan Evangelista, la Virgen María y un Cristo quiteño (por los rasgos anatómicos y la pigmentación de la piel). Tenemos la presencia de un artesonado de estilo mudéjar del cual penden unas representaciones de fruto del pino, posee decoraciones florales y esta compuesto de 32 lienzos laterales anónimos y trabajados en el siglo XVIII que conservan la coloración oscura característica de la Escuela Quiteña. En el centro del artesonado existen 16 lienzos circulares que nos muestran la muerte natural de los santos. Dos momentos particularmente significativos en la historia nacional como son el establecimiento de la primera junta suprema revolucionaria en 1809 y el sacrificio de los próceres de la independencia en 1810, están íntimamente ligados a la sala capitular ya que en ella se estableció la primera junta soberana, y allí mismo hallaron reposo los cuerpos de los próceres un año mas tarde.
El claustro alto o segundo piso posee una construcción diferente al primer claustro, aquí se utiliza las columnas toscanas dóricas pero más pequeñas y en número de 20, además utilizan arcos rebajados.
El tercer piso se construye en 1943, posee los mismos detalles de construcción que el nivel anterior.
El tercer piso se construye en 1943, posee los mismos detalles de construcción que el nivel anterior.
El convento posee un solo jardín de estilo colonial con una pila central trabajada a partir 1659. La pila posee 41 piedras en su base cuadrada y una sola roca da lugar a los platos centrales, se encuentra rematada por una escultura en la que un niño monta un león.
Todos estos detalles tanto arquitectónicos, artísticos, históricos y culturales hacen del Convento San Agustín un referente para la sociedad ecuatoriana, particularmente en este tiempo en que está inmersa en las celebraciones del bicentenario de las luchas libertarias (2009- 2012). Por ello, el Convento se convierte en un referente de identidad nacional que merece estar a tono con tan magnas celebraciones.
Este importante legado historico, compromete para que el presente y futuro sean igual de brillantes
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